En la época prerromana el territorio peninsular estaba dividido por 3 pueblos diferentes, los tartesos, los íberos y los celtíberos.
Los Tartesos fueron la cultura más antigua. Sus límites geográficos se situaban entre el sur de Portugal y la desembocadura del Río Segura.
Alcanzaron cierta importancia, en un principio a través de una economía ganadera y agraria y más adelante mediante la explotación de las minas de la región. El auge de esta cultura tuvo lugar entre los siglos IX y VII a. C., coincidiendo con la etapa en que los fenicios se asentaron en factorías costeras para la adquisición de metales a cambio de productos elaborados que eran adquiridos por la élite tartésica.
A partir del siglo VI a. C., Tartessos entra en una etapa de decadencia. El motivo más plausible, es el agotamiento de las vetas de mineral aprovechables, que habría acabado con el comercio colonial fenicio y habría llevado a las culturas nativas de nuevo a una economía exclusivamente agrícola y ganadera.
Los iberos se extendieron por toda el área levantina, desde los Pirineos hasta Gades (Cádiz), aunque su zona de influencia abarcaba una importante franja interior, desde el valle del Ebro hasta el valle del Guadalquivir. Sus rasgos básicos, proceden de una evolución autóctona de los pueblos del Bronce: poblados fortificados de tamaño variable, desde ciudades a aldeas, a menudo en colinas y elevaciones de terreno, vivían de una economía agrícola y ganadera, aunque también del comercio con productos artesanales y minerales que intercambiaban con los comerciantes extranjeros.
Entre los siglos V y III a. C., los distintos pueblos iberos adquirieron grados de desarrollo social y político diversos.
En el ámbito cultural, eran pueblos avanzados, con una lengua propia aún sin descifrar, ritos religiosos y funerarios característicos y, en determinadas ciudades, un cierto desarrollo de la planificación urbana.
Los celtíberos son, en realidad, un conjunto de pueblos que habitaban ambas mesetas cuando se produjo la conquista romana.. Eran pueblos con una economía agraria, más bien pobre, que se agrupaban en confederaciones de tipo tribal y con grupos aristocráticos. Se establecían en poblados pequeños pero muy bien fortificados, poseían una metalurgia del hierro avanzada y una artesanía textil muy apreciada por los antiguos romanos.
Los Vacceos sustituyendo los Astures Augustanos. No parece que llegasen a Portugal ni los hubiese al Oeste del Ástura/Esla, vaya mapa...
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